miércoles, 11 de noviembre de 2009

Via latinoamericana hacia el socialismo libertario!!!

El pasado histórico nos prueba notablemente, que toda emancipación, o lucha contra la opresión y las adversidades políticas, sociales y económicas en nuestra continente, se han dado mediante una lucha en los frentes culturales, armados, y es permanentemente fundamental la lucha e el trabajo, para que las presiones saboteadoras extranjeras no acaben con la revolución. Así los hechos de la historia nos traen la enseñanza de que la acción guerrillera es imprescindible, mientras la preparación educadora y solidaria hacia y entre el Pueblo, es la base de toda revolución.
Es momento de iniciar nuestra vía latinoamericana hacia el socialismo libertario, recogiendo lo positivo, incluso, de todas las variantes ideológicas afines a los principios de la libertad, la igualdad, la solidaridad, y la abolición de toda autoridad gubernamental, de la propiedad privada, del sistema salarial capitalista, y de cualquier forma de nacionalismo, o doctrina que signifique la opresión y discriminación de los grupos humanos, y se aproveche, y forme una institución del poder.
Así nosotros, como anarquistas, no hablamos de una extinción del estado, como hacen ciertos grupos marxistas, sino que luchamos por la abolición del estado. Y colocamos la confianza en la previa organización de las masas en torno a la producción, y a los aspectos sociales, mediante una completa preparación y propaganda anterior al clímax de la revolución social.
Así, tomando conclusiones de las experiencias revolucionarias mundiales pasadas, aprendiendo del pasado para afrontar el presente, debemos adaptar las transformaciones sociales y económicas a la realidad y la idiosincrasia de nuestra gente, por ello hablo de un camino de la cultura latinoamericana hacia el socialismo libertario, un modelo de autogestión integral libertario, un federalismo positivo, un mundo donde quepan muchos mundos, pues es claro que la revolución social es un hecho internacionalista, y no debe detenerse en las fronteras. Pues la lucha de clases, la pobreza, las injusticias y la explotación no respeta las fronteras, como tampoco la amenazadora a la estabilidad global, expansión del capitalismo, que va adoptando diversos nombres, para aminorar el miedo que causa a las masa populares, el pronunciamiento de su nombre real y completo, y siempre constantes sus consecuencias adversas respecto a la vida de las personas que nos encontramos en el zócalo de su modelo vertical de orden social.
Comencemos una revolución en un punto del planeta, y tendremos a nuestra favor la teoría del caos, que nos dice que la crisis mundial económica y social, desencadenara una ola de revoluciones, que sutil y no tan lentamente se transformarán en un suceso de importancia mayor.
Recojamos las enseñanzas del manual guerrillero sudaca, apliquemos la labor educadora y cultural para nuestra gente, practiquemos una lucha en el trabajo, y los centros fundamentales de nuestra rutina, según el grupo social al que corresponda nuestro rol y status dentro nuestra clase explotada y victima de errados experimentos de bienestar otorgados hipócritamente por los dueños del poder y las finanzas. Pequeñas conspiraciones, pequeñas organizaciones enlazadas y futuramente unidas y organizadas en el federalismo. Vamos hacia una vida en un mundo nuevo y mejor. Pero no olvidemos nuestro legado, no olvidemos que el terrorismo que profesan los medios de comunicación y nos lo atribuyen jamás han sido nuestra idea principal, y se aleja de nuestras ideas altruistas, en el momento en que se nos cataloga como “enfermos mentales sin metas, ni ideas claras, que solo quieren causar caos”,eso se aleja de nuestras expectativas objetivas como anarquistas, pero a veces cualquiera sea nuestra acción será difamada como terrorista, aunque nuestra violencia es la respuesta a sus abusos, y una forma sensata de causarles daños materiales a nuestros enemigos en esta guerra de clases y contra el capitalismo.
Somos una opción para la clase trabajadora. Somos diferentes a las tendencias que han traicionado a nuestro Pueblo, a nuestra gente. Somos una lucha en evolución, una lucha positiva, una lucha que va siempre por el bienestar de las personas, de todas las personas, como prioridad.
Necesitamos el apoyo popular, ganémoslo, que nuestras acciones sean coordinadas de manera en que todos los grupos activistas de un país estén al corriente, y sean participes de las decisiones tomadas. Llevemos a cabo acciones sensatas.
El apoyo popular es la base d cualquier revolución. O solo seria el degradable caso de grupos que solo pretenden sembrar el caos, y en vez de desestabilizar al estado, solo desestabilizaríamos nuestra lucha. Y la causa de defender y buscar la realización de todos los derechos de nuestra clase.
Analicemos el pasado, y seamos consecuentes. El material histórico está ahí para no cometer los errores que en el pasado nos llevaron a perder la confianza de nuestro Pueblo.
Pongamos nuestra confianza, también, en las armas que el enemigo nos otorga, pensando en que no sabremos utilizarlas correctamente en su contra.
Volvamos a sembrar el ideal revolucionario en las pequeñas organizaciones en nuestras comunidades; apoyemos toda lucha que coincida con nuestros principios; juntas de vecinos, sindicatos, colectivos y federaciones de todo tipo, trabajadoras o estudiantiles, a fin de cuentas gran parte de la población pertenece a un mismo tipo de personas, que deben luchar día a día para sobrevivir en un estado de las cosas que constantemente presiona a sus ciudadanos y habitantes a sobreexigirse, a endeudarse, a ser explotados, a ser victimas de los bancos, a tener que elegir en como el siguiente día tendrán que arreglárselas para poder llevar a cabo la realización de sus vidas, sin poder tomar todas esas decisiones que ellos y ellas quieran, ni ver realizadas todas sus metas. La falta de oportunidades, la acumulación de la riqueza social, y de los medios de producción, la cesantía, la pobreza, la miseria, los déficits educacionales, la administración absurda por parte de los gobernantes, y los que rodean el trono del capitalismo, ya sea defendiéndolo con las armas, legalizando sus acciones, o dándole vida a través de una globalización económica que significa la globalización de la desigualdad, la miseria, el hambre.
Esta globalización sacrifica a los pueblos, a las etnias, a las minorías, y a las masas populares, a la clase trabajadora, para obtener más ganancias, y luego nos mienten y nos dicen que por nuestro propio bien… solo es por el bien de los acumulan riqueza, y manejan las finanzas.
Organicemos la resistencia contra un sistema capital que exige la alteración y devastación del bienestar y la justicia social.

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