miércoles, 11 de noviembre de 2009

Inmigración, prejuicios, racismo, y una persona que lucha por los suyos.


Hasta cuando los chilenos seguirán guiando sus actitudes basados en prejuicios infundamentados, que solo hacen que exista un odio estúpido y solo capaz de destruir la unidad internacional que nos podría llevar a una utopía económica y social en un futuro no muy lejano. Pero no. Nadie entiende que el odio a l@s herman@s de otros países solo lleva a la destrucción del propio sentido de nacionalidad. Porque el odio al otro representa el odio que la mayoría de las veces tenemos hacia algún aspecto de nosotros, y si no es así, es que es un odio nacido de la total ignorancia y de una mentalidad cerrada que consume nuestros espíritus como si los insultos que van hacia un inmigrante fueran algo así como insultar a un familiar.

Muchas veces escucho decir que los extranjeros pobres, o de mediana situación social y económica vienen a quitarnos el trabajo (que coherente suena…pero que ignorante es en realidad tal tesis al respecto). Eso es una mentira. Esas personas reciben un trato indigno al trabajar, un trato que algún chileno no recibiría tan crudamente. Esos salarios que los inmigrantes reciben son, a veces, desproporcionados con los salarios de un chileno normal, aunque ambos carecen de ética, o justicia en lo respectivo a lo que se les paga por vender su fuerza productiva a los empresarios.

Además cuantas veces consumes un producto nacional, que no sabes que también está producido por manos de extranjeros/as. Esas marcas tan prestigiosas, tan “momias”, están en la cima, pero por la explotación de extranjeros en todo el mundo, extranjeros y gente del país propio, explotad@s por igual. El capital no ve tu color de piel, ni tu nacionalidad, mientras tu pobre cuerpo sea capaz y resista las penurias necesarias, como para producir para la mundialista…todo bien para el gran y exitoso empresario que te paga.

Los inmigrantes realizan trabajos, que tu no quisiste aceptar, y ellos lo hacen por ti, y tu luego te quejas al perder la oportunidad que rechazas, por que alguien ahora la tiene.

Además si tu salario baja porque, según algunos poco dotados intelectualmente, hay mucho extranjero trabajando y haciéndote competencia…te has fijado en que las mujeres sufren bajas de salarios porque este país sexista prefiere a los machitos como trabajadores, y deja a un lado a las “minas”…las mujeres tendrían un fundamento excelente para devolverte con la misma moneda de lo que le haces al inmigrante.

Pero nadie tiene la culpa de ello…los patrones se alimentan de esas ideas tontas que rondan en lo pasillos de la pega, y los usan de pretexto para estafarte con la paga mensual. El capital tiene la culpa de la baja de sueldos, o salarios dicho en términos de lucha obrera. Los patrones hacen correr esos rumores para que los trabajadores se peleen entre ellos, y no contra los verdaderos causantes de la injusticia laboral.

Sin mencionar que algunos de los nuestros también se van del país a buscar pega al extranjero…acaso los llamarías traidores…si lo piensas así, es que estas remotamente alejado de la verdad…no hay oportunidades, y la falta de oportunidades es un problema mundial, como también la carencia de ingresos. Este es un llamado a dejar los prejuicios de racismo y nacionalismo trogloditas.

Muchos inmigrantes no logran cruzar las fronteras…y a veces mueren en el intento. Además aventurarse a buscar trabajo en un país intolerante es doloroso. Los insultos en la calle, las miradas, los golpes, los prejuicios, la miseria…pero lo soportan, porque sus familias lo valen…soportan el dolor de su condición, porque deben alimentar a sus hijos, los deben educar, deben darles salud, y valores.

Piensa que sus razones para trabajar son las mismas que las tuyas. Tienen pena de alejarse de los suyos, pero se alejan y se aventuran para darles una alimentación y una vivienda dignas, ya que los gobiernos hacen sufrir a la gente, en todos los países.

En todo país hay desigualdad, injusticia, cesantía, pobreza, y dolor. Deberías pensar en ello. Recuerda: el odio a los inmigrantes, es una estrategia patronal, que tapa el odio a los patrones, y usa de chivo expiatorio a los inmigrantes. Ell@s no tienen la culpa de que en sus tierras no encontrarán oportunidades. Los pobres no tienen la culpa por ser pobres…la tiene el sistema, y su libre mercado, el neoliberalismo que a tod@s nos mata.

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