La ONU ha realizado diversos estudios que afirman que en la última década el consumo de drogas no ha disminuido, respecto a las plantaciones y el tráfico que ocurre en países en que hay una alta discrepancia social y política en contra de las normas e imposiciones globales estadounidenses.
Que nos quiere decir esto: que EEUU usa a la ONU, como siempre, pero esta vez para que esta fomente esas supuestas intervenciones armadas contra los traficantes y las plantación es de drogas, como en países como Colombia, Bolivia, y tantos otros, muchos especialmente ubicados en nuestra América Latina, que siempre se ha negado a la opresión imperialista, desafiando a los tiranos. También es el caso de países tan enemigos de USA, como Afganistán. Donde ha aumentado el tráfico de opio, lo cual según los planes y explicaciones de EEUU a la ONU, para que esta apoye esas 9ntervenciones armadas, los talibanes se nutren de las ganancias del opio, y sin las cuales estos no podrían seguir en su lucha armada.
Es como el asunto de las drogas es usado como excusa por el gobierno estadounidense para legalizar su opresión e intervención armada en países que no sean de su agrado en la actualidad. Es la supuesta “guerra contra la droga”. De lo cual podríamos reír, porque todos sabemos que las drogas y su tráfico, ya sea legal o ilegal, es un sostén de los mercados mundiales, ya que muchos mundialistas obtienen ganancias desde oscuros negocios, y exportaciones poco ortodoxas.
Aun así, los gobiernos de jactan de sus luchas contra las drogas, para mantener feliz a la población preocupada por este tema. Ellos dicen una razón, pero la intención es otra.
Trafica un veneno para el pueblo, un veneno biológico, social y político. La degradación que esas drogas fuertes causan, llegan a un nivel que significa la represión disfrazada hacia un grupo que finalmente deriva en la opresión militarizada hacia grupos políticos y guerrillas, que a veces nada tienen que ver con las plantaciones de drogas, ni con algún tipo de trafico.
Los datos demuestran el aumento de los cultivos de cocaína en Colombia, Bolivia y Perú. Estos datos corren el riesgo de ser usados como excusas por USA, para enviar tropas a sus territorios e iniciar un control fascista sobre la ciudadanía, y limitar las libertades de una población civil que se niega a tener que pagar los gastos de EEUU. Todos los países del tercer mundo, y los países en vías de desarrollo, corren el mismo peligro.
La solución puede estar en manos de la ciudadanía, de todos los habitantes que aprecien conservar su dignidad y su libertad, haciendo lo posible para sofocar los tipos de tráfico en sus localidades, matando dos pájaros de un tiro, molestando al capitalismo que produce pobreza, y a los traficantes que producen muerte. Pongamos un poco de nuestra parte, cada una de las personas conscientes, para mantener una comunidad libre, y fuera de las excusas que permiten la masacre hacia las poblaciones civiles por parte de las misiones de paz, de la liberación y pacificación que nos otorgan los militares, colocándonos un arma en la cabeza, para que digamos si a todas sus mentiras.
Así entonces, EEUU ha querido que la ONU apoye y respalde su intervención en Afganistán (con el permanente envío de tropas y mas tropas por parte del premio nobel de la paz), usando de excusa política y moral el ataque a las plantaciones de drogas como forma de sabotaje a los talibanes. Pero la ONU no a aceptado esta forma criminal de dar una “solución” a este problema global, ya que la ONU ha propuesto una forma algo mas humanitaria que la idea genocida de EEUU: “la reducción de daño”; la ONU tiene claro que la guerra contra las drogas fomenta el crimen organizado, y aun así EEUU pide 10 años más de extensión para esta forma particular de imponer una “paz” que ofrecen los que mandan. Los países de la ONU, exceptuando a USA, el Vaticano, Japón, Rusia y Colombia, quieren promover las políticas de recambio de jeringas, promover la higiene y la supervisión medica para dar fin a enfermedades como el sida y la tuberculosis, esta es la nueva estrategia para ayudar a esos países azotados por el pauperismo surgido de la globalización, de la miseria ocasionada por sus autoridades ineficientes, y de los inescrupulosos negocios legales e ilegales por parte de los que acumulan la riqueza social y el bienestar social en un banco y en sus chequeras.
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